miércoles, 4 de enero de 2017

Primicias


LAS PRIMICIAS PARA MI SEÑOR Y DIOS
Cuando doy Las Primicias para El Señor Jesucristo, de manera implícita estoy publicando mi Lista de Prioridades!!!
En el trajinar diario nos encontramos con las situaciones en las que hacemos uso de dicha lista.  Tenemos que elegir entre cosas vitales, prioritarias, importantes, necesarias, etc...
Pensemos en una situación cotidiana, un día cualquiera, de cualquier mes, de cualquier año, en que te encuentras en la situación de escoger entre pagar el bill de la luz, o el del agua; del teléfono fijo o del celular; del cable o del internet.  Comprar el mercado o la ropa para el estreno del fin de año.  Algo más trascendental sería escoger entre mi familia, Dios, el trabajo, las amistades, la universidad, el dinero, etc.  Cuál sería el orden... quién o qué va primero?
Hay quienes tienen primero el trabajo, luego Dios, luego la familia, la escuela, etc.
Hay quienes dirían primero mi familia, la escuela, el trabajo, la iglesia, Dios, los amigos, etc.
Otros la iglesia, la familia, Dios, los amigos, la escuela, etc.
Conocí a alguien que me dijo "primero mi dinero, y luego lo demás"...
Seguro que tiene que haber una lista donde el primero sea Dios Nuestro Señor...
Otro preguntará, y aquí dónde cala el concepto de Las Primicias???
Todo el sistema económico establecido por Dios en La Biblia tiene una finalidad... doblegar la tendencia humana del materialismo y la avaricia, que es el apego a las cosas materiales.  El Señor dice cosas como: si como a la plata buscares mi sabiduría... entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios (Prov. 2:4-5).
También en Deuteronomio dice que el diezmar y dar Primicias es para aprender a temer a Jehová El Señor (14:23).  Siendo repetitivos, uno de los principios para aprender a conocer y temer a Jehová, tiene que ver con que el hombre piadoso se desprenda primero del Diezmo (que es de Dios); y también de Las Primicias (que son para Dios).
Así Las Primicias hablan de lo primero y mejor... lo primero y mejor de lo que es mío.  Habiendo sacado el diezmo que es de Dios, tendré en mi mano lo que es mío; y de lo mío sacaré lo primero para Dios.  En otras palabras, no puedo decir que le estoy dando algo a Dios cuando diezmo, pues los diezmos son de Dios; pero cuando doy las primicias, sí le estoy dando de lo mío a Dios.
Las Primicias tienen un sentido profético... porque dándole al Señor de lo primero que ganamos por nuestro trabajo en el nuevo año, estamos declarando que lo demás que viene será más grande y mejor; al mejor estilo del Dios que dio a su Hijo Unigénito!!!  Déjame explicar esto mejor: es como el pescador que antes de lanzar el anzuelo le dice a Su Dios que le va a dedicar el primer pez que agarre, y lo venderá para ofrendarlo en la iglesia.  Pesca un ejemplar grande, lo observa, y sabe que vale mucho en el mercado... pero aún así está dispuesto a cumplir su promesa a Dios, sin saber si vendrán más peces después de este, y si tendrán el tamaño y el peso requerido para una buena venta, y cumplir con sus deberes económicos del diario vivir.  Está creyendo y confiando!!!
Las Primicias también son la ofrenda de hombres y mujeres visionarios, quienes honran a Jehová con todas sus riquezas, y con Las Primicias de todas sus ganancias, y lo consecuente es que sus provisiones y ahorros crecerán en abundancia (Prov. 3:9-10).
Se dice que muchos del pueblo de Israel vendían Las Primicias (Deut. 14:24-25) por ser muy abundantes, pesadas, o quizás difíciles de transportar, y recibían a cambio sal, elemento vital que en el desierto, y para la época, se equiparaba con el oro, incluso más valioso.  Esta sal era llevada a los sacerdotes levitas, quienes conservaban para sí la necesaria, y la demás la vendían para obtener de ahí su sostenimiento.  Los levitas no heredaron tierra en La Tierra Prometida (Núm. 35:1-8; Deut. 10:9 y Jos. 18:7), pero su sostenimiento fue determinado en los emolumentos económicos del culto a Jehová; en otras palabras dependían directamente de la economía divina.  Esa fue su herencia!
La analogía entre Las Primicias y La Sal es muy interesante... En el pueblo de Israel fue utilizada principalmente para sazonar los alimentos; pero también sabemos que en el desierto no existían los conservantes ni preservativos para los alimentos, mucho menos pensar en una nevera; de ahí que La Sal fuera el conservante o preservativo natural para los alimentos perecederos.  Era elemento químico vital para la conservación y curtimiento de los cueros de los animales, utilizados en la fábrica desde vestimentas hasta techos para las tiendas de acampar.  De ahí su alto valor comercial en los desiertos.  Aún en pleno siglo XXI en los desiertos del África del Norte tribus como Los Tareg siguen comerciando la sal, y la valoran tanto como para tener guerras entre ellos mismos por los territorios o yacimientos salinos.
Del mismo modo, Las Primicias sazonan nuestra vida y relación con Dios y los hombres.  Se convierten en el preservante y conservante principal de nuestra economía personal, gracias al pacto de abudancia y prosperidad entre el hombre que confía y cree en las promesas, y el Dios que correponde con bendiciones de manera "mucho más abundantes" de lo que esperamos e imaginamos.  (Ef. 3:20)
Siempre a final y a principio del año, me gusta enseñar a cerca de evaluaciones, proposiciones y proyectos, y dado que la vida de los creyentes exitosos gira alrededor de Dios, pues empecemos por ponerlo a Él de primero, y como dice Josué 1:8 "entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien".
Nota: "En nuestra Iglesia REVIVE MINISTRIES OF SAN ANTONIO hemos dedicado el último domingo del primer mes del año para dar LAS PRIMICIAS, las cuales se expresan como una ofrenda especial en reconocimiento al Señor nuestro Dios, quien nos bendice y nos guarda."