LA PROSPERIDAD Y LA ABUNDANCIA: el sentido de La Abundancia
y La Prosperidad no es compatible con el ansia y el deseo enfermizo por el
dinero. Las investigaciones muestran que
muchos de los que se ganaron la lotería, al poco tiempo están peor que antes,
pues no tenían mentalidad para manejar tal abundancia, y no tenían propósitos
ni proyectos que los impulsaran a la prosperidad.
La Prosperidad y La Abundancia van de la
mano, y ambos denotan el bienestar total: bienestar espiritual; bienestar
emocional; bienestar físico; y bienestar económico… todo con el consecuente
compartir.
Oí a alguien mencionar fugazmente siete condiciones para La
Prosperidad y La Abundancia, y dado el nuevo año me parece buena idea
ampliarlas al estilo CFA para el aprovechamiento de todos.
Cuando vamos a instalar un nuevo software en nuestro
computador, en las instrucciones del disco instalador se nos dan las
condiciones mínimas que debe tener el computador para que sea compatible con
dicho software. Aquí pues las
condiciones mínimas para que en nosotros se instale el software de La
Prosperidad & La Abundancia.
1. PROGRAMA TU MENTE: al igual que el computador… hay que
resetear, hay que desaprender, y hay que renovar el entendimiento (Rom. 12:2). Nutrir la mente con conocimientos que nos
lleven a crecer de tal manera que tengamos la capacidad y el control necesario
para la solución de conflictos y eventos.
La palabra del Señor nos refiere que una mente (corazón) abundante será
consecuente con esa abundancia para decidir y actuar!
2. SEAMOS CONCIENTES DE LO QUE TENEMOS: eso me lleva a
apreciar lo que tengo. Por ejemplo, la
finalidad de tener carro es que me lleve del punto A al punto B; pero no que
tenga vidrios electrónicos, sunroof, comunicación satelital, gps, reversa
automática, cámaras, etc. Mi carro puede
ser de vidrios de manivela pero por ahora me está llevando al punto B. Todavía no estoy ganando 10 mil al mes, pero
lo que actualmente me estoy ganando, por ahora me está pagando alimento, renta,
vestido, etc.
El Apóstol Pablo dijo a Los Filipenses (4:12) “Sé lo que es
vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de
las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de
sobra como a sufrir escasez.”
Entiéndase que no es conformismo, sino tener gozo de Dios
cualquiera que sea la situación, porque conservo la esperanza de llegar a más
altos y mejores niveles. En otras
palabras, para llegar a lo más alto de la escalera, obligatoriamente tendré que
pasar por los primero escalones. Es
reconocer que lo que tengo hasta ahora, me está llevando a un nivel de plenitud
continuo.
3. SEAMOS AGRADECIDOS: nadie podrá prosperar y abundar
siendo un ingrato. El ingrato ni aprecia
ni agradece por lo que tiene. Se
convierte en un avaro… siempre querrá más, más y más, sin importarle por encima
de quién tenga que pasar para tener más y mejor que otros. El corazón del avaro es Tacaño, Mezquino, Ambicioso, Codicioso,
Materialista, Egoísta, Idólatra, por decir lo mejor.
Salmos 119:36 dice: "Inclina mi corazón a tus
testimonios, Y NO A LA AVARICIA".
Proverbios 28:16 dice: "El príncipe falto de
entendimiento multiplica la extorsión; mas el que aborrece LA AVARICIA
prolongará sus días".
Proverbios 28:22 dice: "SE APRESURA A SER RICO EL
AVARO, y no sabe que le ha de venir pobreza".
Eclesiastés 5:10 dice: "El que ama el dinero, no se
saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto
es vanidad".
Jeremías 22:17 dice: "Mas tus ojos y tu corazón NO SON
SINO PARA TU AVARICIA, y para derramar sangre inocente, y para opresión y para
hacer agravio".
Ezequiel 33:30,31 dice: "El corazón de ellos anda en
pos de su avaricia".
El Evangelio del Señor no es compatible con La Avaricia.
Mateo 6:19-21: "No os hagáis tesoros en la tierra,
donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; SINO
HACEOS TESOROS EN_EL CIELO, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde
ladrones no minan y hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará
también vuestro corazón".
Mateo 6:24 dice: "Ninguno puede servir a dos señores;
porque o aborrecerá al uno y estimará al otro, o estimará al uno y
menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas".
Lucas 12:15-21 dice: "Y les dijo: Mirad, y GUARDAOS DE
TODA AVARICIA: porque LA VIDA DEL HOMBRE NO CONSISTE EN LA ABUNDANCIA DE LOS
BIENES QUE POSEE. También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un
hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué
haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré
mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis
bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos
años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche
vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?
EL AVARO HACE PARA SÍ TESORO, Y NO ES RICO PARA CON
DIOS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
4. SINTONÍZATE CON LA VERDAD Y NO CON LA REALIDAD. No dejes que cada mañana tu mente se
sintonice con las noticias malas, negativas; y mucho menos te contamines con
las toxinas del pasados, ni siquiera con lo malo que pasó el día anterior. Una noche de reflexión, meditación y buen
sueño (si eres amado del Señor Salm. 127:2) tiene que haberte dado un mínimo de
enseñanza e instrucción para que en el nuevo día pongas las situaciones bajo
control.
La Realidad es lo que está en el presente… y La Verdad es lo
que Dios ya proveyó en la eternidad!
Por ejemplo… ayer el médico te dijo que estás enfermo… esa
es La Realidad. La Verdad es que Cristo
llevó en la cruz del calvario tus enfermedades y dolores… y por su llaga fuiste
curado.
La Realidad es que la ciudad de New York donde vivimos es
una de las más caras del mundo… pero La Verdad es que el hombre que teme a
Jehová jamás será desamparado; y será prosperado en todo.
La Realidad es que por causa del evangelio muchos han sido
abandonados por sus padres, familiares, amigos… pero La Verdad es que aunque mi
padre y mi madre me dejaren, Jehová con todo me recogerá. La Verdad es que no he visto justo
desamparado ni su descendencia que mendigue pan.
La realidad llena de angustia, desesperanza y apoca el
corazón… pero La Verdad libera, da esperanza y fortalece. La Verdad es que “es Cristo en vosotros La
Esperanza de Gloria”… Jesucristo es La
Verdad!
5. CRÉELO EN TU CORAZÓN, Y CONFIÉSALO CON TU BOCA! Porque todo el que cree en Él, no será
avergonzado… Rom. 10:10-11 Habiendo
desechado las malas experiencias de tu orden del día, empieza a confesar Gloria
y Bendición de Dios para tu vida… hoy es un día glorioso, en el que Dios me ha
provisto nueva misericordia, abrirá y cerrará, y hará en mí lo que hay que
hacer!
6. NO TE QUEJES.
Tenemos que aceptar que las cosas que suceden en nuestras vidas, por lo
menos en un 90% de las veces son consecuencia de nuestras buenas o malas
decisiones; por lo tanto asumamos nuestra responsabilidad. Craso error es no reconocer! La negación nos estanca. La Palabra dice… el que encubre su pecado no
prosperará… pero el que lo confiesa y se aparta, alcanzará misericordia (Prov.
28:13).
Por ejemplo… David supo reconocer su mala decisión, pues
cuando tenía que ir a la guerra se quedó en casa (2Sam. 11:1), por lo tanto no
culpó a nadie de sus pecados, sino que asume sus pecados y errores cuando le
dice al Señor, “contra ti, “solo, solito, solo”, he pecado, e hice lo malo
delante de tus ojos”. Nadie me empujó;
nadie me indujo: fui yo solo, y eso que me lo habías advertido en tu palabra!
(Salm. 51:4).
Cuantas veces El Señor nos advierte en su palabra: no te
vayas por ahí! No hagas eso! Haz lo otro! etc.
Pero al final cuando todo sale mal: qué fácil es culpar a Dios, al
pastor, o a quienes nos rodean. No más!
Reconozcamos y Asumamos las consecuencias de nuestros actos. Ese será el primer paso para salir adelante y
mejorar.
7. MIRA CON QUIÉN ANDAS.
Me voy a rodear de hombres y mujeres de visión, bendecidos, positivos,
que también creen; y me pondré de acuerdo con ellos para crecer. Si dos se ponen de acuerdo, sobre cualquier
asunto, que pidan lo que quieran (Mt. 18:19).
La prosperidad busca a los prósperos; y la abundancia busca a los abundantes;
porque al que tiene se le dará más; pero al que no se proyecta en la vida, aun
lo que tiene le será quitado.
La prosperidad y la abundancia se mueven en la diversidad de
personalidades, caracteres, razas, nacionalidades, niveles intelectuales, sociales,
económicos, etc. Rodéate de ellos… el
común que debes buscar es que tengan la mentalidad del reino, caracterizada por
la excelencia.
OJO… Conoce a quién debes evitar! La negatividad, la pobreza espiritual, el
pesimismo, el chisme, la murmuración, y todas aquellas aptitudes que evitan el
crecimiento, se pegan! Porque el que con
la miel anda, algo se le pega. Más bien
hagamos lo que hizo Enoc… vivió todos sus años caminando codo a codo con el que
cabalga en las alturas, y se le pegó tanto que dice la palabra que desapareció
porque Dios se lo llevó (Gén. 5:21-24; Heb. 11:5). Esta es una tipología del hombre que camina
con El Señor, que comparte su mentalidad de cielo… porque vamos pal‘cielo!
Estamos listos, entonces, para que El Señor ponga (instale)
en nosotros La Mentalidad de Reino: Prosperidad & Abundancia!
Rev. CARLOS MURILLO
Pastor CFA Church Inc.
Flushing N.Y.